Juan había adquirido un local recién reformado, pero no cubría las necesidades de su empresa ni de sus clientes. Faltaba apropiarse de él, personalizarlo y distinguirlo del resto de despachos. Sin estridencias, de manera sencilla pero distinta y moderna, y sin contar con una gran inversión.
Le propusimos una compartimentación ligera a base de geometrías limpias, con madera y policarbonato. Para equilibrar esta sencillez, creamos el contrapunto con ilustraciones minimalistas, plantas de interior y un gran frente vegetal para presidir la oficina.